Tres famosos mutilados españoles

En la historia española, se suceden una serie de militares que comparten una desgracia: La mutilación de algunos de sus miembros. Sin embargo, aún en la desgracia demuestran su valía típicamente Española; remplazando por más coraje y bravura, la falta de un miembro extraviado.

De esta guisa, aparecen tres nombres rápidamente: José Millán-Astray y Terreros, Blas de Lezo y Olavarrieta; y finalmente el manco por antonomasia: Miguel de Cervantes Saavedra. A continuación se explicará de forma sucinta su vida y hechos:

1. José Millán-Astray y Terreros (1879 – 1954).

General y Fundador de la Legión Española - Millán-Astray (1879 - 1954) (4)Este militar español es conocido por ser el fundador de la Legión Española en 1920, un cuerpo militar español fundado expresamente para la “guerra de África”. En esta región africana llevaba el ejército Español desde 1860, una campaña por el dominio de dicho lugar; ya que el imperio de ultramar apenas si era una sombra de lo fue. Y los liberales (muchos de ellos militares también) deseaban reponer la maquinaría militar española, obsoleta y reducida por siglos constantes de guerras por el mundo; amén de no quedarse atrás en los avances imperiales de potencias europeas vecinas y rivales desde siglos atrás.

Sin embargo, el atolladero norafricano era impacificable. Los levantamientos se sucedían y el mando español, en vez de armar convenientemente a las tropas en áfrica, las dejaban prácticamente a su suerte. La sangría llegó al siglo XX y en este contexto, el comandante de infantería Millán-Astray, consigue fundar un cuerpo militar que se hará de referencia muy notable en el ejército Español. Llegando su importancia a tal extremo que el Tercio de Extranjeros, ahora popularmente conocido como La Legión Española es expuesta como los tenaces sucesores de los Tercios Imperiales de antaño.

General y Fundador de la Legión Española - Millán-Astray (1879 - 1954) (3)Por cuatro veces fue herido su comandante: 1921 herido en el pecho, 1922 herido en una pierna, 1924 herido en el brazo izquierdo que le es amputado, y en 1926 pierde su ojo derecho por un disparo en la cara. Consiguió como militar la recreación de diversas referencias históricas fundamentales, por un lado, los Tercios Hispánicos que tan buena fama tuvieron en los siglos XVI y XVII, por otro lado, Millán-Astray era conocedor del bushido japonés y de hecho fue su traductor al castellano, y así mismo añadió el concepto de la Legión Extranjera Francesa como cuerpo militar donde pudiera unirse cualquier persona, pero que tuviese espíritu de cuerpo, que fuera una unidad profesional para la primera línea de combate. El Tercio de Extranjeros demostró que el nuevo liderazgo y el espíritu de ser un cuerpo unido le granjeaba victorias… pero también sembradas con sus muertos.

En la guerra civil, el Tercio de Extranjeros, ya por entonces más conocido como La Legión Española, se posicionó del lado de los militares sublevados contra un régimen que hacía tiempo que ya no era tal república española. En este conflicto, La Legión supuso una verdadera tropa de élite para el bando nacional, ya que tenían en su haber a la tropa más leal, cohesionada, valiente y endurecida en los peores combates de áfrica; mientras que no luchó en España una tropa española o extranjera que hiciera mínima sombra a este cuerpo militar.

2. Blas de Lezo y Olavarrieta (1689 -1741).

El Almirante Blas de Lezo y Olavarrieta (1689 - 1741) (5)Este almirante Español, que puede ser llamado orgullosamente el almirante pata de palo (ya que perdió la pierna izquierda), supuso con su estrategia militar el gran baluarte del Imperio Español de ultramar frente a las aspiraciones de los piratas británicos (fueran piratas a sueldo, o la misma monarquía británica).

De Lezo participó en la guerra de Sucesión Española (1701-1715) y en la guerra de la oreja de Jenkins (1739 – 1748). A lo largo de su carrera militar se decía de él, que se dejaba una parte del cuerpo en cada batalla. Desde luego, llegó a su batalla más célebre -el asedio de Cartagena de Indias (1741)- faltándole la pierna izquierda, el brazo derecho y el ojo izquierdo.

El Almirante Blas de Lezo y Olavarrieta (1689 - 1741) (4)Su figura es ampliamente desconocida en España. Apenas se menciona la hazaña militar por él encabezada en Cartagena de Indias (actual Colombia) allá por el año 1741, donde con poco más de 3.000 Españoles consiguió hacer frente victoriosamente a un ataque de la flota británica compuesta por 186 naves y unos 25.000-27.000 soldados (La Gran Armada Española de 1588 estaba compuesta de 127 barcos, 59 menos de los que enviaron los británicos contra Cartagena de Indias en 1741). Combinando una estrategia de retrasos y maniobras de distracción, consiguió poner a los británicos en el mejor lugar para las tropas españolas: En confusión y a campo abierto.

De esta guisa que los ingleses, confundidos por no alcanzar con sus escalas a las murallas Españolas de la fortaleza de San Felipe de Barajas -la mayor en toda América- vieron como las tropas españolas salían en una carga directa contra todo el grueso del ejército británico, de los cuales unos 10.000 quedaron en la playa de Cartagena de Indias.. Estos se vieron masacrados y se pusieron en fuga hacia sus barcos para no volver a pisar la América Española… por si otro “almirante patapalo” les volvía a dar una jugada magistral de estrategia militar.

El Almirante Blas de Lezo y Olavarrieta (1689 - 1741) (1)La monarquía británica ordenó que jamás se hablara de esta sonada derrota. Como siempre, a la monarquía británica le gustaba abultar las derrotas ajenas y ocultar las suyas propias. Lo que no es explicable es que en España la gente recuerde más a la gran Armada que al gran almirante Español (y de origen vasco) que con sus tres mil españoles destrozaron personalmente a las tropas de la flota británica.

España no necesitó las tormentas para llegar a la victoria, sólo un puñado de aguerridos soldados, de unos típicos soldados Españoles, atípicos en el resto del mundo.

3. Miguel de Cervantes y Saavedra (1547 – 1616).

IND119216Finalmente, he aquí Don Miguel, el “manco de Lepanto” como es popularmente conocido por su participación en la famosa batalla de Lepanto (1571) donde combatió como soldado de los tercios hispánicos y allí fue herido por dos balazos en el pecho y por una bala más en la mano izquierda que se la dejó inútil.

Tras la victoriosa batalla en Grecia Cervantes continuó con su vida de soldado, siendo enviado con las tropas allí donde hicieran falta: El mar mediterráneo que circundaba las tierras italianas fueron su campo de batalla, de Génova a Sicilia, de Lombardía a Cerdeña, incluso participó en las incursiones contra ciudades en la actual costa de Túnez como Bizerta y Túnez.

Soldado y Literato - Don Miguel de Cervantes y Saavedra (1547 - 1616) (4)En 1575, de regreso a España fue secuestrado junto con su hermano y toda la tripulación de la galera, por piratas de Berbería (norte de áfrica) y recluido en Argel hasta que se pagara un rescate por su libertad. Tal rescate fue pagado y Don Miguel fue liberado tras 5 años de penoso cautiverio, aunque su audacia le llevó a planear cuatro intentos de fuga que fueron frustrados bien por traición o bien por detención de sus cómplices. Sufrió la represión por los intentos de fuga, de los que siempre se inculpaba en exclusiva para evitar el daño a sus compañeros Españoles de penurias.

Soldado y Literato - Don Miguel de Cervantes y Saavedra (1547 - 1616) (1)Ya de vuelta en España, el soldado Cervantes se convirtió el escritor Cervantes. Empezaron las novelas, los dramas y las poesías, que llevarían las letras Españolas a lo más alto del desarrollo y difusión literaria mundial. Siendo su obra magna: “Don Quijote de la Mancha” (1605 y 1615) una obra literaria conocida en todo el mundo y que ha sido llevada innumerables ocasiones al teatro e incluso en varias ocasiones al cine. Otras novelas como “la Galatea” (1585), “las novelas ejemplares” (1613) o “los trabajos de Persiles y Sigismunda” (1616) también son de obligada lectura en la mayoría de centros de Enseñanza en España.

Escribió también obras de teatro y poesía. Con la primera se ganaba principalmente su sueldo con el que subsistir; con la segunda siempre trató de ser buen poeta aunque no se calificaba a si mismo como poeta.

Para más señas, sobre su extensa y agraciada obra literaria, consultar en bibliotecas o librerías para leer la genuina literatura Española, de esos típicos soldados de los tercios hispánicos de la época Imperial: Hábiles con rodela y espada, geniales con la tinta y la pluma. Listado de las obras de Don Miguel de Cervantes.

Ernesto Rodríguez

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